En el amplio mundo de la fotografía de bodas hay una serie de “rituales” casi obligatorios. Uno de ellos son la fotografías de grupo con los familiares más cercanos, un momento que, de no hacerse de forma profesional, puede llegar a ser muy estresante para los novios.
Pongámonos en situación: acabas de vivir uno de los momentos más emotivos de tu vida, te has comprometido a pasar el resto de tu vida junto a la persona que quieres. Se acaba la ceremonia. Al salir, todos tus seres queridos (y algunos conocidos, es inevitable) te esperan ansiosos. Te echan encima 10 kilos de arroz y 5 de confeti. Todo el mundo te abraza y felicita, es un momento muy especial. Después, a inmortalizar la presencia de cada familiar con las fotos de grupo. Padres, abuelos, tíos, primos, por separado, luego todos juntos, “Falta Toñi!!Donde está Toñii!!”, con los niños, sin ellos, amigos, amigas, todos, los primos que no estaban antes… es muy fácil acabar estresándose.
Por eso nosotros siempre intentamos organizar este momento de antemano, con un par de pequeños consejos. En primer lugar, hacer una lista de las fotos que hay que hacer y las personas que van a salir en cada una. Aconsejamos hacer solo con los familiares más cercanos, ya que el resto de los asistentes van a aparecer en muchas otras fotos a lo largo del día, y también te pedirán hacerse fotos con vosotros durante los aperitivos, la fiesta…
Y en segundo lugar, darle esta lista a alguien cercano que nos ayude a avisar a la gente y organizar los grupos. A nosotros como fotógrafos nos encantaría poder hacer esta labor, pero nos resulta muy difícil ya que no conocemos a toda tu familia…
Con estos simples consejos ahorraremos bastante tiempo con las fotos de grupo, tiempo que podrás dedicar a disfrutar de tu boda.
Las fotos de grupo
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